Por Vanessa Daza Londoño
En el deporte, como en las demás áreas de una sociedad, existen instituciones que tienen como objetivo ser mecanismos de orden y cooperación sobre las acciones de un grupo, en nuestro caso, son los patinadores. Si bien es cierto que, en el deporte, la base fundamental son los deportistas afiliados, ya que son quienes le dan vida a todo el proceso, es importante entender también que el deporte como lo conocemos no podría funcionar sin la estructura organizacional que existe. (puedes ver una explicación más detallada en nuestra entrada de blog ¿Como funciona la pirámide del patinaje en Colombia?)
Todos sabemos que existen dos visiones en el deporte. Uno es el recreativo, la práctica de actividad física, que no tiene un objetivo más allá de la diversión o salud y que no contempla un escenario de competencia. Las personas que hacen deporte por placer no tienen en mente entrenar para participar en competencias, superar a un adversario o pertenecer algún día a un equipo o selección.
Por otro lado, existe el deporte competitivo (en el que nos centraremos hoy), que es aquel por el que los clubes, ligas y Federaciones trabajan a diario. En esta forma de practicar deporte, el objetivo principal es la competencia, superar un adversario o mejorar marcas personales. En este tipo, no solo están los deportistas profesionales en mayores, en el caso del patinaje, entran también los deportistas que, desde categoría menores, empiezan un proceso de entrenamientos y competencias en liga y federación, que les permitirá llegar al alto rendimiento en mayores. Si bien aún no son profesionales, si entrenan con el objetivo de llegar a serlo.
Bien seas un padre de familia con un hijo patinador, un entrenador con deportistas a cargo o que seas tú el deportista, sabemos que el objetivo principal que tienen la mayoría de patinadores inscritos en un club (que es diferente a una escuela ya que el club tiene objetivo competitivo y la escuela solo objetivo recreativo y de formación), es el de competir y algún día llegar a ser campeón del mundo. Teniendo en mente que es este pensamiento el que mueve a nuestros deportistas a practicar el deporte, debe entenderse que para que esto sea posible, se hace necesaria toda una organización, no basta sólo con practicarlo. Si un patinador desea competir al nivel de deportistas de alto rendimiento, peleando cupos para una selección o competir con deportistas de todo el país o extranjeros, debe pertenecer al registro de la Federación, pero este deportista no podrá pertenecer a dicho registro si antes no hace parte de la nómina de una liga departamental o de la liga distrital y así mismo, solo puede ser parte de la nómina de una liga si está afiliado a un club que pertenezca a esta liga. De esta forma, pretendemos hacer claridad de que todos los sueños que mueven este deporte y a nuestros valiosos deportistas, solo pueden darse a través de esta estructura y es de ahí que radica la importancia de estas instituciones en el país, pero sobre todo la importancia de pertenecer a ellas. Un patinador que practique el deporte por fuera de esta estructura, lo hará solamente con fines recreativos, por diversión, salud y esparcimiento, pero no tendrá la opción de seguir una carrera deportiva, con objetivos competitivos si no pertenece a un club que lo lleve a través de este camino.
Con la coyuntura actual, derivada de la pandemia del covid19, todas estas instituciones se han visto completamente afectadas y amenazadas por el inminente cese de actividades en el país. Es importante aclarar que los deportistas que pertenecen a un club lo hacen para cumplir con el proceso antes descrito. Estos deportistas tienen como objetivo el deporte competitivo y entrenan con unos objetivos, pero para que el club pueda garantizar este proceso y cumplir dicho objetivo competitivo con el deportista, es necesario que este asuma algunos compromisos (como cumplir con sus entrenamientos, obligaciones financieras, etc) que garanticen el buen funcionamiento de la institución para que esta pueda dar buenos resultados.
En momentos como este en que todos pasamos por la misma crisis, muchos padres de familia y deportistas, se han desligado de sus clubes (lo que según lo anterior, significa dejar de cumplir con sus compromisos), aunque estos continúen con sus procesos y planes de entrenamiento, sin ser conscientes de que la única forma de seguir el camino que llevan, es a través y bajo la dirección de ese club. Por otro lado, se ha visto a muchos dirigentes de clubes, que desligan su trabajo de sus deportistas y dejan de lado la organización de sus grupos y es aquí donde A AMBAS PARTES se les debe aclarar que aunque el patinaje de carreras se encuentre congelado, ESTE NO SE VA A ACABAR, y las instituciones deben seguir trabajando (como lo está haciendo la mayoría) porque estas no van a dejar de existir y el deporte competitivo no va a dejar de depender de esta organización, por lo que se hace necesario que los deportistas se mantengan bajo esta estructura para que, llegado el momento, puedan retomar sus entrenamientos, competencias y por lo tanto el camino hacia sus sueños. En momentos difíciles como estos, si se puede llegar a acuerdos entre ambas partes si se hace imposible cumplir con algún compromiso (especialmente el económico), pero no se puede simplemente deshacer la relación entre los dos ya que el único afectado será el deportista.
La pandemia no va a acabar con los sueños de un deportista, pero el hecho de dejar de lado una organización que es el único camino para llegar a esos sueños, sí. Por lo que la manera de padres de familia y deportistas de seguir trabajando por este sueño no es solo seguir entrenado, no es solo seguir mentalizados, implica también mantener el apoyo y los compromisos con el club que le permite soñar con cosas más grandes. Si bien el protagonista es el deportista, es el club el camino para llegar hasta los objetivos, por lo que estos nunca deberían estar desligados. De la misma forma, hemos visto cómo el gobierno empieza a autorizar el entrenamiento (especifico con fines competitivos) únicamente de deportistas avalados por una Federación, una liga o un club, aval que poco a poco se extenderá a más deportistas. Sin este aval, el entrenamiento especifico que necesita un deportista a nivel competitivo, no va a estar autorizado y de ahí la importancia de que los deportistas no se desliguen de sus clubes y de esta estructura, de otra forma, no será posible que continúe con su proceso y solo podrá seguir de manera recreativa. Lo correcto es tratar de llegar a acuerdos que les permitan cumplir con sus compromisos y que así puedan seguir haciendo parte de la estructura que condiciona el deporte competitivo.
Por otro lado, la tarea de entrenadores y dirigentes es velar por mantener esta organización. Si sabemos que la única forma de regresar al salir de la crisis es a través del trabajo de estas instituciones y de las normas dadas por estas, quienes las manejan no pueden solo dejarlas caer. Todos sabemos que al regresar, no será al 100% de lo que estábamos antes de parar, pero que así mismo las instituciones siempre podran empezar nuevos procesos al mantenerse fuertes y organizadas.
Esto es solo una prueba de las tantas que como deportistas, entrenadores o dirigentes tenemos, pero una prueba de la que seguramente saldremos victoriosos siguiendo los pasos adecuados y cumpliendo la parte que le corresponde a cada uno. Los clubes, ligas y Federaciones seguirán trabajando por llevar a cada vez más deportistas a lo más alto, siempre pensando en que pase lo que pase NUESTRO DEPORTE NO SE ACABA y que siempre tendremos deportistas que con su corazón de oro resistirán a cualquier contingencia.
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